Las Damajuanas son unas garrafas de vidrio destinadas a la contención de líquidos, con una forma abombada muy característica, las cuales se usaban en la decoración vintage, sobre todo para decorar con damajuanas de vidrio.
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Su forma redonda se acostumbraba a cubrir con mimbre, rafia o madera y un asa grande para facilitar su manejo, darle más estabilidad y resguardar su cubierta, aunque hoy día se recubre con plástico, material considerablemente más asequible para la fabricación en serie. Mas lo que en realidad el día de hoy nos interesa es su utilidad a la hora de prestar su fantástica redondeada forma y sus diferentes colores, una vez libre de todo revestimiento, para decorar una casa rústica, una casa en la playa o bien en el campo, con una tendencia de estilo provenzal o aun muy mediterránea.
Hablamos de una estupenda pieza recuperada para el interiorismo, inicialmente destinada al transporte y la venta de líquidos, mas que decorada con unas ramas en su interior a modo de gran florero, unas flores secas o si lo prefieres vivas, agua o sencillamente vacías, nos va a decorar de maravilla aportando ese toque rústico y silvestre tan buscado y a su vez tan elegantemente etéreo, que el vidrio le confiere.
Decorar damajuanas de vidrio
Hasta hace unos años, coleccionar antigüedades era algo que estaba fuera del alcance de la mayoría de los bolsillos. Esto se debía a que sólo se ponían en valor objetos que realmente lo tenían, bien por su calidad material, bien por ser parte de colecciones históricas con renombre. De un tiempo a esta parte, el gusto por esta clase de objetos se ha democratizado, al introducir entre los artículos más deseados piezas cotidianas que, reinterpretadas y sacadas de contexto, aportan mucho estilo a la decoración de nuestras casas.
Charlamos de escaleras de mano utilizadas como toallero, puertas de madera a modo de cabecero, cajas de fruta para guardar libros o bien juguetes, raquetas de tenis convertidas en espejos… Hay muchas opciones, tantas como deje la infalible combinación entre objetos con historia y un tanto de imaginación. Mas sin duda alguna, las estrellas de esta fiesta de lo vintage son las damajuanas. Se empleaban en origen como garrafas o “frascas” para guardar el vino cosechero. Quizás te suene ver por la bodega de la casa del pueblo unos antiestéticos garrafones de plástico gris… pues bien, en esos feos recipientes están los codiciados tesoros deco de los que os hablamos hoy.
Si eres de los agraciados que han logrado salvar una, atento por el hecho de que te contamos de qué forma ponerlas a punto y usarlas en decoración.
– El paso inicial es quitarle el plástico que la cubre, dejando sólo el recipiente de cristal, y lavarla a fondo. Si hace mucho que no se utiliza, posiblemente tenga restos de vino y polvo. Ármate de paciencia, agua caliente, vinagre y sal. Agita bien la mezcla hasta el momento en que quede bien limpia por la parte interior.
– Búscale un lugar y ornamento convenientes a su tamaño. Si son grandes y las colocas en el suelo, puedes introducir un detalle de mayor envergadura. Si la pones sobre un aparador, quedará más compensada con ornamentos más bajitos, incluso vacía.
– Si la colocas vacía, mejor combínala con otras damajuanas de distinto color o tamaño. Si es pequeñita, también quedará excelente junto a botellas de diferentes tamaños usadas como jarros.
– Si prefieres adornarla, puedes colocar ramas secas, flores silvestres, ¡incluso esquejes de plantas verdes! Si deseas ser realmente muy trendy, anota: costilla de adán, eucalipto y mimosa ¡son lo más!
Si la prospección al desván de la abuela no ha tenido final feliz, echa una ojeada a nuestra shop, porque las tenemos de múltiples tamaños; aun reinterpretaciones y versiones nuevas. ¡no te quedes sin la tuya!
Damajuana con flores secas
Las damajuanas marchan bien por ellas mismas. Sin más ni más. Sí, es posible colocar una damajuana en cualquier rincón de casa para que de un valor añadido. Un plus decorativo, como nos agrada llamarlo. De esta manera, es posible ponerla en un rincón o encima de una cómoda en nuestro dormitorio.
Aunque es cierto que el cristal es ya decorativo por sí, las damajuanas pueden ser el recipiente ideal para poner flores. Puedes decantarse por flores secas, de esa forma no deberás cambiar el agua cada 2 por 3.
Si tienes una mesa vintage en la cocina, en la que comes, desayunas o bien cenas, puedes poner una damajuana con un ramillete de flores secas bien sencillas. El efecto, como puedes apreciar, es cautivador. Una pieza que dará alegría a esta parte de la casa. Si lo piensas, una damajuana podría llegar a ser una excelente opción alternativa para decorar la cocina con poco dinero.